| 1 | Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. | |
| 2 | Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. | |
| 3 | Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, | |
| 4 | por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! un pabellón para el sol. | |
| 5 | Y éste, como novio que sale de la cámara nupcial, se apresta, cual atleta, a recorrer el camino. | |
| 6 | Sale de un extremo de los cielos y, en su recorrido, llega al otro extremo, sin que nada se libre de su calor. | |
| 7 | La *ley del Señor es perfecta: infunde nuevo *aliento. El mandato del Señor es digno de confianza: da sabiduría al *sencillo. | |
| 8 | Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al *corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos. | |
| 9 | El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las sentencias del Señor son verdaderas: todas ellas son justas. | |
| 10 | Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal. | |
| 11 | Por ellas queda advertido tu siervo; quien las obedece recibe una gran recompensa. | |
| 12 | ¿Quién está consciente de sus propios errores? ¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente! | |
| 13 | Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas; no permitas que tales pecados me dominen. y de multiplicar mis pecados. | |
| 14 | Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, *roca mía y redentor mío. | |