| 1 | Atiende, Señor, a mis palabras; toma en cuenta mis gemidos. | |
| 2 | Escucha mis súplicas, rey mío y Dios mío, porque a ti elevo mi plegaria. | |
| 3 | Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta. | |
| 4 | Tú no eres un Dios que se complazca en lo malo; a tu lado no tienen cabida los malvados. | |
| 5 | No hay lugar en tu presencia para los altivos, pues aborreces a los malhechores. | |
| 6 | Tú destruyes a los mentirosos y aborreces a los tramposos y asesinos. | |
| 7 | Pero yo, por tu gran amor puedo entrar en tu casa; puedo postrarme reverente hacia tu santo templo. | |
| 8 | Señor, por causa de mis enemigos, dirígeme en tu *justicia; empareja delante de mí tu senda. | |
| 9 | En sus palabras no hay sinceridad; en su interior sólo hay corrupción. Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños. | |
| 10 | ¡Condénalos, oh Dios! ¡Que caigan por sus propias intrigas! ¡Recházalos por la multitud de sus crímenes, porque se han rebelado contra ti! | |
| 11 | Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiende tu protección, y que en ti se regocijen todos los que aman tu *nombre. | |
| 12 | Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. | |