| 1 | Señor, oye mi justo ruego; escucha mi clamor; presta oído a mi oración, pues no sale de labios engañosos. | |
| 2 | Sé tú mi defensor, pues tus ojos ven lo que es justo. | |
| 3 | Tú escudriñas mi *corazón, tú me examinas por las noches; ¡ponme, pues, a prueba, que no hallarás en mí maldad alguna! ¡No pasarán por mis labios | |
| 4 | palabras como las de otra *gente, pues yo cumplo con tu palabra! | |
| 5 | he apartado mis pasos; mis pies están firmes en tus sendas. | |
| 6 | A ti clamo, oh Dios, porque tú me respondes; inclina a mí tu oído, y escucha mi oración. | |
| 7 | Tú, que salvas con tu diestra a los que buscan escapar de sus adversarios, dame una muestra de tu gran amor. | |
| 8 | Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme, bajo la sombra de tus alas, | |
| 9 | de los malvados que me atacan, de los enemigos que me han cercado. | |
| 10 | Han cerrado su insensible corazón, y profieren insolencias con su boca. | |
| 11 | Vigilan de cerca mis pasos, prestos a derribarme. | |
| 12 | Parecen leones ávidos de presa, leones que yacen al acecho. | |
| 13 | ¡Vamos, Señor, enfréntate a ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los malvados! | |
| 14 | ¡Con tu mano, Señor, sálvame de estos *mortales que no tienen más herencia que esta vida! Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia, y hasta ha sobrado para sus descendientes. | |
| 15 | Pero yo en *justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte. | |